Reconociendo Dios en cada decisión

1/1/20252 min read

Versículo clave:

“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza” (Proverbios 1:7, RVR1960)

Reflexión:

Proverbios 1 nos introduce al tema central de este libro: la sabiduría que proviene de Dios. Pero ¿qué significa "el temor de Jehová"? No se trata de tenerle miedo, sino de un respeto profundo que nos lleva a reconocer Su autoridad, obedecer Su palabra y buscar vivir conforme a Su voluntad. Cada paso, acción, decisión o idea, deben ser filtradas por este filtro maravilloso que Dios nos ha dado para ayudarnos a vivir una vida mejor. Este texto nos anima a reconocer Su soberanía en todas las áreas de nuestra vida.

Este pasaje También nos advierte sobre el peligro de rechazar la sabiduría; algo que hacen los insensatos. Aquellos que rechazan o menosprecian esta oferta divina se enfrentan a consecuencias inevitables: la necedad conduce al caos, mientras que la sabiduría conduce a la paz.

Dios, como un Padre que nos ama, nos ha dado principios para vivir con propósito y dirección, no para limitarnos, sino para protegernos y guiarnos hacia una vida plena.

¿Dónde comenzamos el camino para crecer en este "temor de Jehová"? Por la acción de humillarnos a nosotros mismos, reconocer que Su sabiduría es superior a la nuestra y dejar que esa sabiduría afecte nuestra perspectiva de la vida.

Aplicación práctica:

Antes de tomar decisiones importantes, reflexiona. Decide si lo que vas a hacer honra a Dios o no. Busca consejo de personas cristianas maduras que te puedan guiar. No te apresures; la sabiduría divina requiere paciencia y aprender a esperar en el Señor. Sobre todo, confía en que Sus planes son siempre mejores que los tuyos, incluso si no los entiendes al principio


Oración:

Señor, ayúdame a reconocerte en cada aspecto de mi vida. Enséñame a depender de Ti y a valorar Tu sabiduría por encima de mis propios pensamientos. Guíame para que cada decisión que tome refleje un corazón que Te respeta y desea agradarte. Amén.