Evita las Trampas

Lee:

“Guarda mis mandamientos y vivirás, y mi ley como las niñas de tus ojos” (Proverbios 7:2, RVR1960).

Piensa:

En Proverbios 7, se nos presenta la tentación personificada como una mujer seductora que atrae a los incautos hacia el pecado y la destrucción. Este capítulo es una advertencia sobre las trampas del pecado, que muchas veces se nos presentan de manera atractiva, pero nos llevan por caminos de dolor y arrepentimiento.

Dios nos llama a vivir conforme a Su ley, protegiéndonos del mal y guiándonos hacia la vida. Las tentaciones, si no se les resisten, nos pueden apartar de Su propósito. Aquí, el sabio consejo es guardar la Palabra de Dios como algo valioso, protegiéndola en nuestro corazón, de la misma manera en que protegemos nuestros ojos, lo que más valoramos.

Evitar las trampas del pecado no es solo cuestión de fuerza de voluntad, sino de un compromiso profundo con la verdad de Dios. Reflexiona sobre tus tentaciones personales y sobre las áreas en las que tal vez no estés siendo tan vigilante. La obediencia a Dios nos da la protección que necesitamos para resistir el mal.

Aplica:

Establece barreras de protección: Identifica áreas vulnerables en tu vida, como influencias que te desvían o hábitos que te acercan al pecado. Haz cambios prácticos, como limitar el tiempo en ciertos ambientes, evitar conversaciones destructivas o rendir cuentas a un amigo cristiano.

Ora:

Señor, gracias por Tu Palabra que me guía y me protege. Ayúdame a guardar Tus mandamientos en mi corazón y a ser sabio en las decisiones que tomo. Protégeme de las tentaciones que buscan apartarme de Ti, y dame fuerza para vivir conforme a Tu voluntad. Amén.